Al mirar, recopilamos información sobre el mundo. Vemos colores, reflejos, formas: amaneceres, atardeceres, estrellas. Percibimos la luz, luz visible, que es solo una parte estrecha del espectro que nos rodea. Lo que nos parece luz blanca es, en realidad, una combinación de colores del arco iris, ondas electromagnéticas de diferentes longitudes, desde el violeta a 380 nanómetros hasta el rojo a 700 nanómetros. Solo este rango de ondas es reconocido por el ojo humano y comúnmente llamado luz.
foto: Well Studio
foto: Aubree Herrick
Estudiando las ondas
La luz visible, las ondas de radio, las microondas y los rayos X forman un grupo de interacciones, perturbaciones dentro del campo electromagnético. Algunas de estas perturbaciones se manifiestan como colores, a los cuales responde el intrincado mecanismo de nuestras retinas. Las definiciones restantes de las ondas pueden ser aprendidas, representadas en un gráfico o traducidas en registros fotométricos visibles legibles para el ojo, como imágenes coloridas de cámaras térmicas o líneas espectrales de elementos.
El estudio de la luz revela propiedades ocultas de los objetos en todo el universo. Utilizando luz visible, el Telescopio Espacial James Webb crea imágenes multicolores de galaxias distantes, encendiendo la curiosidad y estimulando nuestra imaginación. Los artistas crean composiciones impresionantes de tonos, los diseñadores influyen en la calidad de la vida cotidiana, y los científicos profundizan nuestra comprensión.
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El control de la luz
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foto: Weronika Trojanowska
La luz también es reguladora de procesos biológicos. Es un flujo vital de ondas electromagnéticas que participan en el proceso de fotosíntesis, los ritmos circadianos, pero también en la ergonomía, la medicina y el arte. Nuestras habilidades cognitivas nos han permitido dominar la luz. Hemos aprendido a generar ondas electromagnéticas en forma de fuentes de luz independientes y artificiales. Sin embargo, esta revolución rápidamente se convirtió en un problema a escala de dinamita.
El constante deseo de más y el desarrollo hiperactivo de nuestra especie han llevado a que los estudios sobre la luz, además de los avances en muchas áreas científicas, también abarquen la categoría de la contaminación lumínica. La excesiva emisión de luz azul comenzó a eclipsar la reconfortante luz ambiental cálida. Por ello, las investigaciones continúan constantemente sobre cómo reducir las emisiones dañinas, regular y optimizar los parámetros de las ondas.
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foto: Weronika Trojanowska
Diseño de iluminación
foto: Julia Leus
La experiencia adquirida durante nuestro proceso de diseño nos indica que en un futuro cercano, la iluminación también incluirá el parámetro de salud en su certificación. Con curiosidad y meticulosidad, nos hemos embarcado en la investigación y desarrollo de la luz, un objeto de nuestra fascinación de muchos años. La luz nos maravilla tanto como artistas como ingenieros. Se ha convertido en el objeto de nuestras búsquedas estéticas y tecnológicas. Se ha convertido en un transmisor del espectro visible a una temperatura de color seleccionada, en una experiencia artística que hemos enmarcado en nuestros objetos metálicos FiDU. Así comenzamos otro capítulo completo en Zieta Studio: Zieta Lighting.
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Los estudios sobre la luz permiten a los diseñadores aprovechar las dependencias entre la temperatura de color, la dirección, el ángulo de incidencia y la frecuencia. Por eso, la arquitectura de la luz es tan completa. Está sujeta a definiciones de parámetros como flujo luminoso, iluminancia, luminosidad, intensidad, índice de reproducción cromática CRI, Ra, R9 y muchos otros. Se crean normas operativas, certificaciones internacionales e índices.
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